Consejos de Relaciones

Fobia al compromiso pasivo

• La fobia al compromiso pasivo es el miedo a tomar decisiones o actuar en las relaciones.

Imagínate esto: estás en una cita con alguien que tiene fobia pasiva al compromiso. Les preguntas qué quieren comer y de repente sus ojos se ponen vidriosos como si les hubieran pedido que resolvieran ecuaciones de física cuántica. No pueden decidirse porque la idea de comprometerse con algo tan simple como la comida les aterroriza. No es que no les importen tus niveles de hambre; es sólo que para ellos la toma de decisiones es como estar atrapada en arenas movedizas.

• Las personas con fobia pasiva al compromiso pueden evitar expresar sus sentimientos y necesidades a sus parejas.

Cuando se trata de emociones, las personas con fobia pasiva al compromiso son como libros cerrados, excepto que estos libros no tienen títulos, resúmenes o incluso palabras en su interior. Su pareja podría intentar todos los trucos del libro (juego de palabras) para que hablen sobre cómo se sienten, pero terminará chocando contra una pared de ladrillos. La cuestión es que abrirse requiere vulnerabilidad y confianza, dos cosas que asustan muchísimo a quienes tienen fobia pasiva al compromiso.

• También pueden tener dificultades para establecer límites y afirmarse en la relación.

¿Límites? ¿Que son esos? Para alguien que padece fobia al compromiso pasivo, decir “no” puede parecer una hazaña imposible, similar a escalar el Monte Everest sin tanques de oxígeno ni sherpas. Afirmarse significa arriesgarse al conflicto o al rechazo, ambos resultados que provocan escalofríos por la columna más rápido que una ducha helada después de que la piel quemada por el sol haya tocado la arena caliente al mediodía de un día de verano.

• Este tipo de fobia al compromiso puede provocar una falta de intimidad y conexión emocional entre la pareja.

Si alguna vez existiera un premio al “Mejor asesino de relaciones”, ¡entonces la fobia al compromiso pasivo ganaría sin dudas siempre! Cuando una persona lucha por conectarse emocionalmente debido al temor de dedicar demasiada energía a otro ser humano (es decir, invertir demasiado), la relación a menudo se siente como una calle de sentido único. La otra parte puede sentirse descuidada o sin importancia, lo que genera resentimiento y distanciamiento.

• A menudo surge de experiencias pasadas en las que la persona se sintió impotente o tuvo resultados negativos al intentar afirmarse en las relaciones.

Imagínese esto: su amigo tiene un flashback de su ex diciéndole que está demasiado necesitado para querer pasar tiempo juntos los fines de semana. De repente, todo tiene sentido por qué han dudado en hacer planes contigo últimamente, aunque pensabas que era por estrés laboral. Los traumas pasados ​​pueden dejar cicatrices profundas que impactan la forma en que las personas se presentan en relaciones futuras; La fobia al compromiso pasivo no es una excepción.

• La terapia puede ser útil para las personas que luchan contra la fobia al compromiso pasivo, ya que puede ayudarles a identificar problemas subyacentes y desarrollar estrategias de comunicación y autoexpresión.

¡La terapia no es sólo para gente “loca”! De hecho, ir por la vida sin hablar de nuestros problemas es como conducir por la carretera con los ojos vendados; no es recomendable a menos que tu objetivo sea terminar en una zanja (metafóricamente hablando). Para quienes padecen fobia al compromiso pasivo, la terapia ofrece la oportunidad de profundizar en lo que los frena y, al mismo tiempo, aprender herramientas útiles para comunicarse eficazmente con sus seres queridos.

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