Consejos de Relaciones

Fobia al compromiso y trauma infantil

• El trauma infantil puede provocar fobia al compromiso más adelante en la vida.

No es ningún secreto que las experiencias de nuestra infancia moldean las personas en las que nos convertimos. El trauma experimentado durante estos años de formación puede dejar cicatrices duraderas, incluido el miedo a comprometerse con algo a largo plazo. Ya sea que se trate de un ambiente hogareño inestable o de sufrir acoso escolar, los eventos traumáticos de la infancia pueden hacer que alguien dude en comprometerse plenamente como adulto.

• El miedo al abandono es un desencadenante común de la fobia al compromiso derivada de un trauma infantil.

¿Quién no tendría miedo al abandono? Una cosa es que tu cita no te responda el mensaje de texto de inmediato, pero cuando esos temores surgen de traumas pasados, como perder a un padre o un cuidador en una etapa temprana de la vida, tienden a permanecer más tiempo que la mayoría de los fantasmas en la noche de Halloween. Este tipo de miedo profundamente arraigado dificulta que las personas con problemas de compromiso causados ​​por un trauma infantil confíen en los demás y se abran emocionalmente.

• La falta de confianza debido a experiencias pasadas puede contribuir a la fobia al compromiso causada por un trauma infantil.

La confianza es esencial en cualquier relación, romántica o no, pero cuando ya te has quemado antes, es difícil no sentirte hastiado de darle otra oportunidad a otra persona. Las personas que han experimentado traición o situaciones dolorosas durante su educación pueden tener dificultades para confiar en los demás lo suficiente como para comprometerse plenamente y bajar la guardia por completo.

• Los niños que sufrieron negligencia o abuso emocional pueden desarrollar problemas de compromiso cuando sean adultos.

Si creciste sintiéndote poco importante o invisible porque tus padres estaban demasiado ocupados peleando entre sí en lugar de prestarte atención, entonces es muy probable que esto afecte el esfuerzo que estás dispuesto (o puedes) poner en las relaciones como adulto. La negligencia y el abuso emocional pueden hacer que alguien se sienta indigno de amor y afecto, lo que lo lleva a mantenerse alejado de los compromisos por completo.

• En algunos casos, ser testigo de las relaciones problemáticas de sus padres puede causar dificultades individuales para comprometerse en sus propias relaciones.

Los niños aprenden lo que viven; de ahí que observar relaciones poco saludables entre los padres pueda provocar fobia al compromiso en la edad adulta. Si creces pensando que se supone que el amor es doloroso o caótico, entonces no es de extrañar que tanta gente tenga dificultades para encontrar relaciones sanas y estables en el futuro.

• Las personas con trastornos del apego resultantes de experiencias de la primera infancia tienen más probabilidades de tener dificultades para comprometerse.

Los estilos de apego desarrollados durante la infancia tienen un impacto significativo en las relaciones adultas. Las personas que experimentaron apegos inseguros cuando eran niños pueden tener dificultades cuando intentan comprometerse plenamente porque nunca aprendieron a formar conexiones emocionales seguras.

• A quienes crecieron en entornos inestables o impredecibles les puede resultar difícil comprometerse porque nunca aprendieron a formar vínculos seguros.

Cuando tu vida era como una montaña rusa, llena de altibajos sin señales de advertencia, es un desafío no solo para un individuo sino también para sus futuras parejas. La inestabilidad les hace dudar a la hora de comprometerse, lo que les lleva a evitar por completo compromisos a largo plazo.

• Acontecimientos traumáticos como el divorcio, la muerte y la separación durante la infancia pueden provocar el desarrollo de fobia al compromiso.

El trauma deja su huella; por lo tanto, eventos traumáticos como la pérdida de alguien cercano debido a la muerte o la separación por divorcio a una edad temprana hacen que las personas se sientan vulnerables y temen volver a sufrir daño. En consecuencia, este miedo se traduce en dificultad para formar vínculos significativos incluso años después.

En general, no se puede negar que el trauma infantil juega un papel crucial en la configuración de nuestras personalidades y comportamientos a lo largo de nuestras vidas, incluido el desarrollo de problemas de compromiso. ¡Se necesita tiempo, paciencia (y tal vez terapia) para que los afectados por estos traumas realmente superen sus miedos en torno a la vulnerabilidad y la intimidad!

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