Consejos de Relaciones

Hijos del divorcio y miedo al compromiso

• Los hijos de divorciados pueden temer el compromiso debido al trauma y la inestabilidad que experimentaron en la relación de sus padres.

Crecer con padres divorciados puede ser difícil, especialmente para los niños que quedaron atrapados en medio de todo ese drama. No es de extrañar que a algunos hijos de divorciados les cueste comprometerse: han visto de primera mano lo complicadas que pueden llegar a ser las relaciones.

• Este miedo puede manifestarse como una renuencia a comprometerse con relaciones a largo plazo o incluso una evitación total de las citas.

Si tienes miedo de que te rompan el corazón como les pasó a tus padres, tiene sentido que quieras evitar cualquier cosa que se parezca a una relación seria. ¿Quién necesita ese tipo de estrés?

• La percepción que tiene el niño del matrimonio como una institución inestable también puede contribuir a su miedo a comprometerse con él ellos mismos.

Cuando mamá y papá se separaron, se hizo añicos cualquier ilusión que tuvieras sobre “ser felices para siempre”. De repente, el matrimonio parecía menos un final de cuento de hadas y más una ruleta rusa.

• El miedo al abandono, que a menudo surge de la experiencia de la separación de los padres, también puede ser un factor en la fobia al compromiso de los hijos del divorcio.

Es difícil no sentirse abandonado cuando en un momento estás viviendo con tus padres bajo el mismo techo y al momento siguiente te das cuenta de que se están separando y llevándote de un lado a otro entre dos casas cada dos fines de semana.

• La falta de modelos positivos para relaciones saludables durante la niñez puede dificultar que estas personas formen vínculos seguros más adelante en la vida.

Seamos realistas: si Ross Geller fue su único ejemplo de lo que constituye un comportamiento romántico saludable mientras crecía… ¡bueno, entonces que Dios nos ayude a todos!

• Las experiencias de la infancia, como presenciar conflictos entre padres o sentirse atrapado en el medio, pueden crear asociaciones negativas con parejas comprometidas.

Ver a mamá gritarle a papá (o viceversa) sobre a quién le toca la custodia esta semana probablemente no dejó mucho espacio en tu cerebro para cálidas dudas sobre cosas amorosas.

• Las personas que crecieron con padres divorciados pueden tener problemas de confianza que les impiden abrirse emocionalmente por completo y comprometerse con otra persona.

Es difícil creer en el amor cuando las personas que se suponía que se amarían para siempre no pudieron hacerlo funcionar. Confiar lo suficiente en alguien como para bajar la guardia puede parecer una tarea hercúlea.

• Los hijos de divorciados pueden sentir un sentido de responsabilidad por el matrimonio fallido de sus padres, lo que les lleva a sentimientos de culpa y ansiedad por comprometerse con otra persona.

“Tal vez si me hubiera portado mejor cuando era niño, mi mamá y mi papá todavía estarían juntos”. Es fácil para los hijos de un divorcio, incluso los adultos, culparse por algo sobre lo que no tenían control.

• El miedo a repetir los mismos errores que sus padres también puede contribuir a la reticencia del niño a comprometerse en una relación.

Lo último que quieres es convertirte en la mitad de la relación tóxica de tus padres. Estás decidido a no repetir la historia… ¡incluso si eso significa quedarte soltero para siempre!

• Crecer con padres divorciados puede llevar a algunas personas a desarrollar un estilo de apego evitativo, lo que les dificulta formar relaciones cercanas.

Has aprendido a sobrevivir por tu cuenta porque nunca supiste qué tipo de estado de ánimo o situación te esperaba en casa después de la escuela. Esta autosuficiencia no siempre se traduce bien en asociaciones románticas.

• La falta de apoyo emocional durante la infancia debido a un conflicto o separación de los padres puede dificultar que los hijos de divorciados confíen en los demás y se abran emocionalmente en las parejas románticas.

Cuando se desata el infierno entre mamá y papá (o madrastra y papá), no queda mucho tiempo para preocuparse por si el pequeño Timmy fue molestado hoy en el recreo. La negligencia emocional tiene consecuencias a largo plazo

• Algunos hijos adultos de divorciados pueden tener dificultades para establecer límites en las relaciones debido a que se sentían responsables de mantener la paz entre sus padres cuando eran más jóvenes.

Cuando éramos niños, a menudo nos sentíamos atrapados entre dos facciones en guerra: nuestra gente amorosa pero enemistada. Esto puede llevar a un sentido excesivamente desarrollado de responsabilidad por mantener felices a todos, incluso a expensas de nuestras propias necesidades.

• El miedo a la vulnerabilidad y la intimidad es otro factor común que contribuye a la fobia al compromiso entre quienes crecieron con padres divorciados.

Cuando has visto lo rápido que el amor puede convertirse en odio, es difícil no ser un poco tímido cuando se trata de abrir tu corazón. La vulnerabilidad se siente como jugar a la ruleta rusa… ¡con ambos barriles cargados!

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN 
No te pierdas de nuestro contenido ni de ninguna de nuestras guías para que puedas avanzar en los juegos que más te gustan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir