Consejos de Relaciones

Por qué duele tanto ser abandonado

• La pérdida repentina de conexión emocional puede sentirse como un puñetazo en el estómago, dejándote preguntándote qué salió mal y por qué ya no te quieren.

• Ser abandonado puede hacerte dudar de tu valía como pareja, haciéndote preguntarte si hay algo inherentemente desagradable en ti. Pero bueno, ¡recuerda que las relaciones son una vía de doble sentido!

• Los recuerdos compartidos con la expareja tienen la molesta costumbre de aparecer en los momentos más inoportunos: mientras hacemos la compra o incluso durante una reunión importante. Es como tener un invitado no deseado interrumpiendo tu fiesta cerebral.

• Perder a alguien que alguna vez fue parte de su vida diaria altera todo, desde las rutinas matutinas hasta los planes futuros. De repente, las noches de Netflix se convierten en sesiones de atracones en solitario llenas de helado y lágrimas.

• Cuando llega la angustia, se desencadenan hormonas del estrés que afectan el cuerpo y la mente. Es posible que experimentes síntomas físicos extraños, como dolor en el pecho, o que tengas más ganas que nunca de comer comida chatarra (¡hola, pinta de Ben Jerry’s!).

• Las rupturas suelen ir acompañadas de cambios en los círculos sociales. Los amigos que antes eran “parejas de amigos” pueden tomar partido o alejarse por completo, haciéndote sentir más solo que Tom Hanks en su isla desierta.

• Pasar por una ruptura significa llorar no sólo a la persona sino también a todos esos sueños y expectativas ligados a ella: vacaciones románticas, lindos apodos… ¡suspiro! Es hora de volver a dejar esas ideas en el estante hasta nuevo aviso.

• Después de haber sido abandonados, nuestro cerebro nos juega una mala pasada al olvidar convenientemente todas las razones por las que las cosas no salieron bien. ¡De repente estamos recordando su adorable bufido cuando se reían en lugar de recordar cómo nunca reemplazaron el rollo de papel higiénico vacío!

• Tu cerebro hace un berrinche después de perder el amor porque anhela esos sentimientos cálidos y confusos producidos por la dopamina y la oxitocina; básicamente, ¡su propio pequeño cóctel químico se cerró sin previo aviso!

• La ruptura puede hacerte sentir como un barco perdido en el mar, sin estar seguro de quién eres sin esa etiqueta de relación. ¡Pero no temas! Sigues siendo la persona increíble con o sin un acompañante.

• Los problemas de confianza pueden surgir después de haber sido abandonados, lo que dificulta la confianza en nuevos socios potenciales. Es como si tu corazón dijera: “Si me engañas una vez, la culpa será de ellos; engañarme dos veces… bueno, ¡digamos que estoy construyendo algunos muros aquí!

• El miedo a terminar solo puede hacer que el hecho de que te dejen sea aún más doloroso, porque ¿y si ésta fuera tu única oportunidad de amar? Alerta de spoiler: ¡hay muchos peces en el mar y tal vez incluso algunos delfines o sirenas también!

• Ser traicionado por alguien en quien confiaba duele más que pisar Lego descalzo (¡ay!). Es como si te hubieran quitado el corazón y hubieran jugado con él antes de finalmente echarlo por la puerta a patadas.

• Dondequiera que mires, parece haber algo que te recuerda a tu expareja: desde esa cafetería donde tuviste citas románticas hasta canciones que eran “tu canción”. ¿Podemos obtener una aplicación para bloquear estas minas terrestres emocionales?

• A las redes sociales les encanta echar sal en las heridas de nuestra ruptura. Ver publicaciones sobre lo felices y despreocupados que parecen nuestros ex sin nosotros es como desplazarse por una presentación de diapositivas interminable titulada “La vida después de mí: un cuento de hadas perfecto”.

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